Las gafas de sol se han convertido en uno de los complementos de moda más deseados, hasta el punto de que con frecuencia se antepone la estética y el precio a los valores que deben primar; es un producto concebido para cuidar la salud de los ojos y evitar que nos deslumbre el exceso de luz.
Debemos concienciarnos de lo importante que es el uso de una gafa de sol homologada. Esta lente es la que realmente protege contra la radiación visible y ultravioleta, mientras que la no homologada, no sólo no protege sino que al eliminar parte de la luz visible hace que la pupila se dilate, permitiendo un mayor paso de radiación ultravioleta a nuestros ojos. Con lo cual, es preferible no utilizar ninguna protección solar, si las lentes no son de buena calidad.
La exposición al sol sin la debida protección, es decir, sin gafas de sol, puede provocar diferentes síntomas como son: picor, escozor, ojo rojo, conjuntivitis, inflamación de párpados e incluso dolor de cabeza.
Es importante elegir gafas de sol con el filtro solar adecuado al uso que se les va a dar. Las lentes deben ser de cristal u orgánicas, nunca de plástico. Para estar seguro de que la protección UV que indican es la correcta, conviene acudir a un establecimiento autorizado en el que se pueda contar con el asesoramiento de un óptico-optometrista. En el mercado existe una amplia oferta de opciones para satisfacer a los usuarios, las lentes pueden ser de espejo, polarizadas, de diversos colores, degradadas…
A continuación detallamos lo que unas buenas gafas de sol pueden hacer por ti:
1. Protección frente a radiación ultravioleta, lo cual reduce el riesgo de sufrir lesiones oculares.
2. Mayor comodidad visual. Con las gafas de sol se minimiza la intensidad de luz ambiental y los deslumbramientos.
3. Mayor seguridad en la conducción. Evita deslumbramientos causados por los reflejos de la carretera o luz brillante del sol.
4. Mayor protección frente a los impactos durante la práctica de deportes.
5. Efecto pantalla que evita el contacto de los ojos con el polen y polvo ambientales.
6. Reducción de la sequedad ocular. Las gafas de sol protegen del aire y viento que pueden provocar sequedad ocular.
Conviene recordar que si se tiene algún defecto refractivo como miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, actualmente es posible graduar prácticamente cualquier modelo de gafas de sol.