La revision optométrica es importante para mantener una correcta salud ocular. Se realiza de forma periódica no solo para tratar patologías ya diagnosticadas, sino también para evitar enfermedades irreversibles gracias al diagnóstico precoz.

Revisiones de la vista según la edad

Dependiendo de la edad, debemos hacer una serie de revisiones imprescindibles.

Recién nacido

Hay enfermedades de nacimiento que afectan a la vista y que se pueden diagnosticar de forma prematura para garantizar el correcto desarrollo visual del niño. En esta revisión, se pueden descartar, por ejemplo, las malformaciones o cataratas congénitas.

Desde los 4 años hasta los 15 años

A partir de los 4 años de edad, el niño ya puede colaborar en la exploración para hacer posible detectar problemas como el llamado ojo vago o defectos refrectativos. Desde los 4 hasta los 15 años, es recomendable hacerse una revisión anual de la vista, ya que esta puede influir en el fracaso escolar.

Revisar la vista en adultos

A partir de los 45 años de edad, casi toda la población empieza a notar los efectos de la presbicia o vista cansada. Como consecuencia del paso del tiempo, el cristalino pierde la flexibilidad y el ojo no enfoca correctamente. Enfermedades frecuentes como la hipertensión arterial o la diabetes también afectan a la vista de forma grave. Los expertos recomiendan acudir a revisiones anuales y al oftalmólogo de forma urgente si se detectan síntomas.

Revisiones según la patología diagnosticada

Existen problemas visuales que necesitan una atención especial. Para estos, el período entre las revisiones se acorta.

  • Miopía y astigmatismo: Son defectos visuales producidos por errores de refracción que provocan visión borrosa. Las personas miopes solo tienen problemas para divisar objetos lejanos. El astigmatismo genera problemas para divisar objetos a cualquier distancia. Para tratar estas afecciones, se suelen usar gafas o lentillas; el control periódico de las dioptrías es importante para adaptarlas.
  • Hipermetropía: Se trata de un problema visual de refracción. Los rayos de luz inciden en el ojo detrás de la retina debido a que el eje anteroposterior es muy corto. Produce una visión borrosa e incómoda. En el caso de los niños y adolescentes, es especialmente importante realizar revisiones periódicas, ya que estos pueden no manifestar síntomas porque el ojo se acomoda, pero con el tiempo se agrava. Para evitar que el problema pase desapercibido o se confunda con la vista cansada, las revisiones deben ser anuales. Y si la hipermetropía ya está diagnosticada, el mínimo es cada seis meses.
  • Otras patologías: Cada problema visual requiere un seguimiento especifico. El profesional debe indicar el calendario de revisiones a seguir por cada paciente. Por supuesto, es fundamental que nos saltemos ninguna para evitar que los problemas visuales empeoren.

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