La pérdida de audición es un problema que puede sufrirse a cualquier edad, pero existe un mayor porcentaje en personas de entre 65 y 74 años. A partir de 75 es muy común que ese inicio derive en dificultad grave para oír. La pérdida de audición o hipoacusia suele producirse de forma gradual y muchas veces pasa desapercibida. Hemos de darle la importancia a los síntomas, reconocerlos y acudir a un centro especializado para que valoren nuestro caso, y así frenar el proceso y actuar a tiempo.
Los síntomas de la hipoacusia
El primer paso, una vez hemos detectado los primeros signos, es acudir a una revisión auditiva para obtener un diagnóstico fiable. A partir de ahí se prescribirá tratamiento y se decidirá si es necesario recurrir a audífonos o implantes auditivos. A continuación, vamos a detallar los síntomas que denotan que existe una pérdida auditiva.
- Dificultad para entender y oír las palabras o frases del interlocutor que tenemos enfrente.
- Poca capacidad para seguir conversaciones cuando hay ruido o varias personas hablando a la vez.
- Dejar de percibir, en ocasiones, sonidos agudos tales como el teléfono o el timbre.
- Necesidad de subir mucho el volumen de la radio o la televisión.
- Dejar de escuchar que te llaman por detrás.
- Perder la capacidad de oír los sonidos de consonantes fuertes como la F, la Z, la S o la C.
- Tener un mayor entendimiento de las voces masculinas.
Existen otros síntomas que, aunque menos comunes, hay que tenerlos en cuenta para un diagnóstico precoz.
- Tener la sensación de estar mareado o perder el equilibrio.
- Sentir presión en el oído, normalmente en la zona del tímpano.
- Oír un constante ruido o zumbido.
Tipos y grados de pérdida de audición
Si ponemos el foco sobre los tipos de hipoacusia, encontramos tres:
- Hipoacusia neurosensorial: el problema reside en los órganos del oído interno, que tienen relación directa con el sistema nervioso.
- Hipoacusia conductiva: la lesión está en el oído medio o externo, lo que impide discernir con claridad los sonidos que provienen del exterior.
- Hipoacusia mixta: el problema se encuentra en ambas zonas del oído, tanto la interna como la media o externa.
En cuanto a grados de la enfermedad, encontramos la leve, la moderada y la severa o profunda. El primer caso se da al comienzo, cuando se tienen dificultades para diferenciar sonidos, sobre todo en espacios con mucho ruido. En el segundo grado, se suele precisar ya de una prótesis auditiva, mientras que en el estadio más grave debemos recurrir a implantes.
Desde nuestro centro te animamos a que, al mínimo síntoma, se realice una revisión para obtener un diagnóstico precoz y así poder frenar el avance del deterioro de la audición. Somos profesionales del sector, con más de 30 años de experiencia. No podrás estar en mejores manos.